viernes, 25 de abril de 2014

Lovely Fridays VII

Abrí los ojos y sonreí. Tenía la sensación de que había dormido con la sonrisa toda la noche, de que había
soñado con cada una de esas cosas que me hacen sonreir. Con las que sueño, recuerdo y pienso. Me dí una ducha y el agua no consiguió llevarsela por el desagüe. Seguía ahí. Sin forzarla. Sincera, natural. Tenía ganas de vivir, tal vez en otro sitio, pero con fuerzas para seguir recorriendo mi camino. Predestinado o no. Seguro que sonreiría aunque no todo marchase de manera perfecta. Desayuné. Y me di cuenta de que en la vida hay cosas malas y cosas buenas , y que no siempre todo sale como esperas y que un mínimo detalle puede cambiar tu día en una milésima de segundo. Pero aquel día no. Aquel día era irrompible , indestructible , fuerte, resistente. Me comía el mundo entero en tres segundos.
Y ojalá fueran todos los días como aquél.


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